En la Ciudad de México podemos encontrar diferentes tipos de suelo, estos se dividen por zonas y de acuerdo a ello se puede estimar la resistencia del terreno (RT), es decir el peso que puede soportar el terreno por cada m2, conocer este valor es sumamente importante para considerar que tanto se puede construir en el predio y definir el tipo de cimentación más adecuado.
El reglamento de construcción para el distrito federal (RCDF) clasifica el suelo de la ciudad en tres categorías:
Zona I- Lomas
Este tipo de suelo está conformado principalmente por rocas, por lo que es un suelo firme y de alta resistencia, ya que puede llegar a soportar más de 10 toneladas por m2.
Zona II- Transición
En este suelo predominan estratos arenosos intercalados con capas de arcillas lacustre, la resistencia del terreno en este caso es media, es decir, hasta 7 toneladas por m2.

Zona II- Lacustre
Integrada por depósitos de arcilla fácilmente comprensibles. Este tipo de suelo se caracteriza por una resistencia baja (hasta 3 toneladas por m2), además en esta zona pueden presentarse hundimientos del suelo.
Para identificar la zona en la que se encuentra el terreno dónde se construirá el RCDF ha desarrollado el siguiente mapa:

Otra manera de consultar el tipo de suelo de nuestro predio es a través del Atlas de riesgo sísmico, el cual forma parte de la plataforma digital de Datos Abiertos de la Ciudad de México, para ello sólo es necesario ingresar la dirección del terreno.
A pesar de que estos servicios nos brindan información general acerca del tipo de suelo, es importante recordar sus características pueden cambiar de manera significativa aún dentro de una misma zona. Para saber de manera precisa las propiedades del suelo es necesario realizar un estudio de mecánica de suelos, como parte de este estudio se realiza un pozo a cielo abierto, este método consiste en tomar una muestra del suelo realizando una excavación de 2.00 mts de profundidad, para ello no se deben considerar los primeros 60 cm de excavación ya que esta capa es considerada como suelo vegetal y no determina las propiedades reales del suelo. Una vez realizada la excavación, la muestra es llevada a un laboratorio donde se determinan las propiedades del suelo (granumelotría, sedimentación, capilaridad) así como su resistencia.
Otros datos que identifica el estudio de mecánica de suelos son las propiedades físicas y mecánicas del suelo, su composición estratigráfica, es decir las capas o estratos de diferentes características que lo componen en profundidad, puede detectar la presencia de grietas y determina el nivel de agua freática.